El análisis e interpretación de la información debe realizarse de acuerdo con los lineamientos fijados en el marco teórico y conceptual de referencia, es decir, debe evitarse que los resultados se interpreten con otros enfoques, esquemas o definición de conceptos distintos a los manejados en la investigación. Por ejemplo, al estudiar la marginación socioeconómica de la gente que emigra del campo a la ciudad de México, como condicionante de las actitudes de rechazo hacia las normas y patrones socioculturales de los grupos urbanos, la interpretación de los resultados debe hacerse de acuerdo con la concepción teórica del problema y según las pautas metodológicas requeridas para llevar a cabo la investigación.
El análisis e interpretación permitirá, pues, regresar al planteamiento del problema, al marco teórico y conceptual y a las hipótesis, con el objeto de identificar los puntos de concordancia o discordancia entre la discusión elaborada con los elementos teóricos y conceptuales y la realizada con los datos extraídos de la realidad. Cuando se emplean varias técnicas para recopilar los datos es conveniente, en primer término, analizar e interpretar por separado la información que proporciona cada una de las técnicas utilizadas. Después, debe elaborarse la síntesis de los resultados de tal forma que permita lograr la explicación del fenómeno o problema social que se investiga. Hecho esto, se preparará la síntesis general de los resultados para su publicación o, en su caso, su presentación a los responsables del proyecto. Resumiendo todo lo anterior, puede decirse que el orden metodológico del manejo de la información implica los siguientes procesos:
Se lleva a cabo en dos procesos; en el primero se realiza el análisis individual de los resultados obtenidos en cada pregunta con el propósito de conocer la tendencia, situación o magnitud del aspecto detectado a través del ítem o pregunta. En el segundo, se procede a conjugar las distintas respuestas que tratan sobre un mismo factor.
Se realiza con base en los porcentajes que alcanzan las distintas respuestas de cada pregunta. Es necesario puntualizar el peligro de analizar e interpretar en forma aislada los resultados de algunas preguntas, sobre todo las que exploran opiniones y actitudes. Por ejemplo, en el Estudio de Actitudes de las Enfermeras del IMSS (op. cit.), el 78 por ciento contestó -en una pregunta cerrada-que reciben del personal médico de base un trato amistoso o de colaboración. Sin embargo, el 32 por ciento señaló – en una pregunta abierta- diversos problemas en las relaciones formales e informales con el personal médico. Así, para dar consistencia al análisis y realizar la interpretación de los resultados, es necesario
manejar conjuntamente las distintas respuestas dadas, tanto a las preguntas cerradas como abiertas que tratan sobre un mismo aspecto o factor. Aquí se pone de manifiesto la importancia de emplear preguntas de control para investigar ciertas cuestiones El procedimiento se puede resumir del siguiente modo:
1.-En el primer apartado se expone la pregunta junto con sus alternativas de respuesta y las cifras globales en números absolutos y porcentuales.
2.-En el siguiente apartado se anota la descripción que hace el investigador de los resultados globales dados en porcentajes.
3.- En el tercero se indican las diferencias significativas* entre los grupos o estratos
que componen la muestra, tomando como base los porcentajes globales.
4.-Aquí se formulan aquellos supuestos que expliquen los hallazgos y los posibles factores que determinan las diferencias entre los grupos o estratos.
5.- En el último apartado se hacen las observaciones o recordatorios que se consideren de interés general para el manejo de la información o del estudio en general.
Análisis de las respuestas a las preguntas abiertas que tienen dos o más prioridades
El análisis de la información captada con este tipo de preguntas puede conducir a conclusiones falsas cuando se manejan porcentajes y se pasa por alto el hecho de que una sola persona puede mencionar la misma cuestión en dos, tres o más ocasiones, empleando sinónimos o términos distintos. Para ejemplificar lo anterior se utiliza una pregunta formulada en el Estudio del Personal de Enfermería del IMSS (Op. cit.): Si es usted enfermera titulada, ¿por qué estudió la carrera de enfermería? (señale las tres razones principales, por orden de importancia).
El rubro que obtuvo el mayor número de respuestas fue vocación: 441 personas lo mencionaron en la primera prioridad, 1 O 1 en la segunda y 59 en la tercera. Con base en las cifras absolutas puede afirmarse que el factor vocación recibió 601 menciones en las distintas prioridades; sin embargo, es erróneo señalar que 601 enfermeras tituladas (o sea 82.8 por ciento del total de las 725 encuestadas) hicieron mención a este factor, ya que se estaría suponiendo que cada enfermera se refirió una sola vez al rubro vocación.
Esto es falso, ya que una enfermera pudo haber mencionado el mismo rubro (vocación)* en la primera, segunda y tercera prioridades, utilizando para ello sinónimos o palabras distintas, ejemplo:
l. Vocación 2. Me identifico con la enfermería 3. Me gusta la enfermería**
Para analizar porcentualmente las respuestas a esta pregunta deben manejarse por separado los porcentajes que corresponden a cada prioridad, o sea: Primera prioridad: 441 = 60.8% Segunda prioridad: lO 1 = 13.9% Tercera prioridad: 59 = 8.1% La base para la obtención de los porcentajes es 725.
La interpretación sería la siguiente: El 60.8 por ciento de las enfermeras tituladas se refirió al rubro vocación en la primera prioridad; el 13.9 por ciento en la segunda, y el 8. 1 por ciento en la tercera prioridad. Esto es distinto a sumar los porcentajes de las tres prioridades y señalar que el 82.8 por ciento de las enfermeras hizo mención a la vocación como una de las razones para estudiar la carrera de enfermería, pues muchas personas, como se dijo anterior mente, repitieron el mismo concepto en dos o hasta en tres ocasiones. Cuando el número de personas que no contestó en la segunda y tercera prioridades es relativamente alto, se recomienda eliminar las abstenciones y obtener los porcentajes de las distintas respuestas en cada prioridad, tomando como base el total de
encuestados que respondió en las respectivas prioridades.
Después de realizado el análisis individual de preguntas, el proceso siguiente consiste en describir las distintas facetas o aspectos del problema. El procedimiento para efectuar este análisis es el siguiente:
1. Con base en el análisis individual de preguntas se agrupan las respuestas según los factores o variables que se investigan, empezando por los más generales.
2. Se hace un análisis por separado de los factores o variables considerando los porcentajes de las diferentes respuestas, tanto de preguntas cerradas como abiertas que tratan sobre un mismo factor o variable. Esto permitirá comparar y evaluar la información obtenida sobre un mismo rubro. Además, se dará consistencia al análisis y confiabilidad a las conclusiones que se deriven del estudio.
3. Se redacta el documento con el análisis descriptivo; en él pueden intercalarse aquellos cuadros estadísticos o gráficas que se consideren de importancia para visualizar mejor los resultados de la investigación.
Después de realizar el análisis descriptivo del problema, el interés se centra en integrar todas las respuestas con el propósito de hacer una interpretación, en forma dinámica, de la influencia que tiene cada uno de los factores en la problemática que se estudia. Para ello se requiere interrelacionar las respuestas de las preguntas abiertas y cerradas con el fin de encontrar posibles conexiones entre la información captada y la problemática que se investiga.
El análisis dinámico abrirá el camino para probar las hipótesis* establecidas y/o proporcionará mayores elementos teórico-metodológicos que apuntalen otras hipótesis para que posteriormente puedan someterse a prueba.
El análisis dinámico permitirá reconocer plenamente una serie de problemas que se suponían o cuya presencia se conocía en forma parcial o imprecisa. Los problemas identificados pueden ser propios de la situación que se analiza o que están relacionados con ella. En esta fase es necesario también identificar las conexiones que existen entre los distintos problemas detectados, debido a que algunos pueden ser consecuencia de otros, y para resolverlos quizá se requiera solucionar otros problemas Para lograr lo anterior se recomienda realizar una discusión sobre los problemas, utilizando los elementos teóricos disponibles y los datos obtenidos de la investigación.
Esto permitirá ubicar los problemas identificados en el contexto socioeconómico, histórico y político respectivo y servirá de marco de referencia para la adecuada presentación de las sugerencias. Para fines de planeación y programación no basta identificar los problemas~ se requiere concretarlos para que puedan manejarse en términos operativos. Su concreción hará posible, además, jerarquizarlos (de acuerdo con los criterios de magnitud, trascendencia, vulnerabilidad y factibilidad descritos en el capítulo tres), con el fin de atacar los problemas dentro de un marco real de posibilidades económicas, técnicas, políticas y jurídicas.
Antes de presentar las sugerencias para atacar los problemas identificados es conveniente mencionar las distintas políticas, estrategias y acciones que se han
llevado a cabo o se encuentran en desarrollo para incidir en el mejoramiento de la situación o en la solución de los problemas. Esto reforzará la validez de las sugerencias, ya que se harán tomando en cuenta el contexto donde se encuentra ubicado el problema. Las sugerencias que el experto social ofrezca a las instituciones, organismos o personas responsables del proyecto de investigación, deben contener elementos de juicio suficientes para que los encargados de la toma de decisiones puedan estructurar políticas y conformar estrategias precisas que contribuyan a diseñar un modelo para intervenir en la realidad que se estudia.
Por ello, debe ponerse atención en que las sugerencias expresen señalamientos concretos de posibles soluciones o medidas correctivas. En cuanto a la presentación de las sugerencias se recomienda agruparlas según áreas de acción.
En cada una de éstas se expondrá primero el problema identificado; en seguida, las consideraciones generales al respecto (que pueden ser una síntesis de la discusión de los problemas específicos). Después se presentarán las sugerencias para resolverlo o corregirlo. Cada sugerencia debe ir compilada de acciones concretas, y si es posible deben seilalarse las dependencias que podrían encargarse de los distintos programas. Estudios basados en la explotación del banco de datos y derivados del análisis de la problemática.
Una vez realizado el análisis y la síntesis general de la información el proceso siguiente y último de la investigación consiste en presentar el informe con los resultados obtenidos. Para su elaboración es necesario, por un lado, l. seleccionar el material que se va a incluir y, por el otro, 2. estructurar el documento de tal manera que se facilite la comprensión de su contenido. Con respecto al primer punto, es importante que el informe incluya no sólo los problemas hallados, sino también los aspectos positivos de la cuestión estudiada detectados en el análisis de la información. Esto reviste mayor relevancia en la investigación aplicada, pues los patrocinadores de los proyectos están siempre interesados en obtener información sobre los elementos que resultan favorables, con el fin de normar sus criterios.
Con relación al segundo punto, el estilo de la redacción del informe debe permitir su lectura sin dejar confusiones o producir cansancio, para lo cual se recomienda evitar términos técnicos (excepto cuando sean imprescindibles, en este caso deberán explicarse ampliamente) o metáforas y construcciones gramaticales poco claras y precisas. Para lograr lo anterior, es indispensable que los integrantes del equipo de trabajo revisen, en forma minuciosa y por separado, las distintas partes del escrito antes de presentarlo a los responsables del proyecto. Aunque la extensión del informe no está sujeta a reglas fijas -ya que puede abarcar tan sólo algunas páginas o constituir un documento voluminoso-, es importante hacer notar que un buen informe contribuirá a incrementar la confianza por los enfoques y lineamientos derivados de un estudio social. Por ello debe ponerse especial cuidado en que el contenido del mismo permita a los patrocinadores del proyecto evaluar, en forma rápida y objetiva, los resultados alcanzados de acuerdo con la sustentación teórico-metodológica de la investigación. Los capítulos que deben incluirse en el informe son, básicamente:
La discusión del problema con los elementos teóricos y conceptuales.
Es posible que algunas personas pongan mayor énfasis en los elementos teóricos y conceptuales utilizados para realizar la investigación; otras quizás se interesen en exponer con gran detalle los aspectos metodológicos, y habrá quienes destaquen de manera especial los resultados y sugerencias derivados del estudio. La importancia que se otorgue a cada uno de los aspectos mencionados depende, en gran medida, del tipo de investigación (básica o aplicada) y del público o las personas a quienes se presenten los resultados, así como de los intereses propios del investigador o de la institución responsable del proyecto.
En el área aplicada, los patrocinadores de las investigaciones muestran mayor interés por los resultados obtenidos y, básicamente, por las sugerencias y acciones concretas que se presenten para atacar los problemas identificados. En cualesquiera de los casos es necesario encontrar un adecuado equilibrio que permita, por un lado, satisfacer los intereses de las organizaciones y sus dirigentes y, por el otro, las inquietudes académicas del investigador. Para ello se requiere realizar una revisión detallada del material de que se dispone con el propósito de llegar a cubrir los siguientes requisitos:
Dar respuesta a los objetivos generales y particulares de la investigación, algunos de los cuales pueden ser:
a) Formular el diagnóstico del problema o situación social objeto de estudio.
b) Ofrecer elementos de juicio suficientes para establecer políticas y estrategias
operativas.
c) Fundamentar o someter a prueba las hipótesis estructuradas.
Si bien éstos son algunos de los objetivos que toda investigación debe fijarse, resulta de especial importancia mencionar que en cualquier estudio – especialmente en el área aplicada- los intereses políticos de los patrocinadores estarán presentes implícita o explícitamente. Puede ser que el interés verdadero radique en emplear la información resultante para lograr mejores posiciones dentro o fuera de sus organizaciones o que el estudio se realice para profundizar sobre ciertos problemas que están en boga en los centros dominantes, pero con el propósito de presentarlo en congresos y/o aspirar a su publicación para hacerse de prestigio académico y explotarlo políticamente.
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