Se considera que la democracia es un concepto que tiene distintas acepciones, ya que algunos autores hacen referencia a él como un régimen político, otros lo abordan como una cultura y algunos más como un ideal.
Respecto a este concepto, el INE y el IIJ-UNAM (2020) refieren a:
La democracia como régimen político es una serie de reglas que establecen la manera en que decidimos sobre los temas que nos interesan a todos los que integramos una comunidad (o, en su caso, a quiénes están autorizados por las leyes a decidir y tienen la condición de ciudadanos y ciudadanas). En las que se celebran elecciones, es decir, un procedimiento que permite elegir a nuestros gobernantes y también a las políticas que queremos que ellos impulsen a través del voto. También la democracia es un ideal que supone el cumplimiento de una serie de valores y principios como el ejercicio de la libertad, el ejercicio de la igualdad y la posibilidad de autorrealización. Y, finalmente, la democracia es un conjunto de valores y actitudes que hacen que las y los ciudadanos estén orientados a participar activamente en las decisiones del sistema político, ya sea ingresando sus demandas y apoyos al sistema como también exigiendo a los gobernantes decisiones que mejoren el bienestar común.
Por otra parte, Rodrigo Borja en su Enciclopedia de la Política (1997) señala:
La palabra castellana fue tomada del latín tardío democratia que, a su vez, procedió de la composición de dos voces griegas que significan pueblo y gobierno . . . en la tradición aristotélica, la democracia era el gobierno del pueblo, es decir, el gobierno de muchos, el gobierno de la multitud. Dos elementos esenciales contenían este concepto: libertad e igualdad. Las diferencias conceptuales que han surgido en torno a la palabra democracia parten precisamente del énfasis que se ha dado a uno de tales elementos: en unos casos se ha privilegiado la libertad y en otros la igualdad.
Como puede apreciarse, en lo esencial, las definiciones coinciden en que se trata de un gobierno del pueblo, en el que es deseable la participación de mucha gente.
Entre las principales diferencias entre los sistemas democráticos y los que no lo son, se encuentra la de que en estos últimos puede haber elecciones, pero no serían competencias reales por el poder, no se garantiza la certeza del marco legal que las regula ni hay condiciones para una competencia en igualdad de circunstancias para los participantes. Como consecuencia, el resultado de estas elecciones es conocido anticipadamente.
Además, estos sistemas no garantizan los derechos ni las libertades de las personas, tampoco promueven la pluralidad o diversidad política, no podría darse una oposición real, no respetan la legalidad, no respetan la libertad de expresión, de información ni de prensa, no aceptan la existencia de un sistema de equilibrio y contrapesos al poder, entre otras características.
Borja (2018) hace referencia a Karl Popper, quien decía que “la democracia es el único de los regímenes en el que los gobernantes cambian sin derramamiento de sangre” y estima que con esto se demuestra el alto grado de disposición que tiene el sistema democrático para transformarse pacíficamente.
Asimismo, el autor señala que la democracia es una “poliarquía cuyas características principales son la participación ampliada en los quehaceres públicos y la oposición tolerada. En este sentido, ella es un sistema abierto y libre de organización social y de gobierno”.
En este sentido, es conveniente retomar lo que respecto a la poliarquía plantean el INE y el IIJ-UNAM:
La poliarquía es un régimen político en el que las autoridades públicas llegan a sus cargos por medio de elecciones, las elecciones son libres, limpias y competitivas, el sufragio es universal, todo el que quiere votar puede hacerlo, todo el que quiere participar como candidato/a puede hacerlo, existe libertad de expresión y de asociación, hay acceso a diversos medios de comunicación de masas, existe confianza en el proceso electoral y la permanencia de las libertades, se respetan los períodos que duran los mandatos y existe un árbitro que organiza las elecciones de manera imparcial.
Con base en lo anterior, se puede señalar que el Estado mexicano es muestra de un régimen democrático, aunque se avizoran variados retos por delante para su consolidación o perfeccionamiento.
En cuanto a los tipos de democracia, se destacan los siguientes:
1.- Democracia representativa, es en la que el poder se ejerce a través de los representantes electos y la participación ciudadana está centrada en los procesos electorales.
2.- Democracia participativa, es aquella en la que se implementan mecanismos que permiten a la ciudadanía participar directamente en la toma de decisiones públicas. Algunos de estos mecanismos son: consulta popular, plebiscito, referéndum, asambleas comunitarias o vecinales, iniciativa popular, entre otros.
3.-Democracia paritaria, es la que garantiza el ejercicio efectivo de derechos y libertades de todas las personas, destacando que hace posible la participación igualitaria de las mujeres en la política y en otros ámbitos de la vida de la sociedad.
4.- Democracia presidencial, es aquella en la que la figura de un titular del poder ejecutivo, es decir, de un presidente, es la que define la dirección de los asuntos públicos y tiene la facultad de designar y remover a quienes integran su gobierno.
5.-Democracia parlamentaria, es aquella en la que el Parlamento participa en forma exclusiva en la dirección de los asuntos del Estado, por tanto, la formación del gobierno y su permanencia dependen del consentimiento de la mayoría parlamentaria.
De acuerdo con diversos autores, se considera que, durante la mayor parte del primer siglo de México como nación independiente, se vivió algún tipo de autoritarismo, destacando lo ocurrido en el periodo conocido como el porfiriato, lo que provocó el inicio de la Revolución Mexicana, movimiento que buscó terminar el largo periodo de gobierno de Porfirio Díaz y su grupo. Sin embargo, se dice que al concluir la Revolución, no se instauró la democracia en México, al respecto el INE y el IIJ-UNAM refieren:
Durante la mayor parte del siglo XX, desde la Revolución y hasta mediados de la década de 1990, México fue una dictadura de partido. El grupo que triunfó tras la Revolución estableció un férreo control sobre el ejercicio del poder desde las instituciones dominadas por el partido hegemónico, que controlaba el acceso al poder y, si bien permitía que los partidos de la oposición participaran en las elecciones, se aseguraba que estos no tuvieran posibilidades reales de derrocar al grupo dominante.
Se considera que, para lograr una transición a un régimen democrático, hubo momentos importantes en México, principalmente marcados por las reformas electorales de 1977, 1990 y 1996. En la primera se reconoció a los partidos políticos como entidades de interés público, se buscó facilitar la creación y el registro de partidos nuevos y que pudieran disponer de tiempo en radio y televisión.
La reforma electoral de 1990 dio nacimiento al Instituto Federal Electoral (IFE) como un órgano independiente del gobierno, aunque tenía cierta dependencia de la Secretaría de Gobierno.
Las autoridades electorales lograron autonomía plena a partir de la reforma de 1996 y en las siguientes reformas (2007 y 2014) buscaron consolidar mejores condiciones para la competencia política entre los partidos políticos, se incorporó la figura de candidaturas independientes, se abrió la opción para la reelección de ayuntamientos, diputados locales, diputados federales y senadores, el IFE se transformó en INE, entre otros cambios.
En cuanto a la evolución de la democracia, a la luz de los derechos humanos, se puede tomar como referencia esta línea del tiempo construida por el INE e IIJ-UNAM:
Borja, R. (1997). Enciclopedia de la Política. Fondo de Cultura Económica. México.
Borja, R. (2018). Enciclopedia de la Política. Recuperable en https://www.enciclopediadelapolitica.org
Instituto Nacional Electoral e Instituto de Investigaciones Jurídicas de la
Universidad Nacional Autónoma de México. (2020). Democracia. Recuperable en https://farodemocratico.juridicas.unam.mx/que-es-la- democracia/
Espinoza, R. (s.f.) Sistemas Parlamentario, Presidencial y Semipresidencial.
Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática. Instituto Federal
Electoral, Recuperable en https://portalanterior.ine.mx/documentos/DECEYEC/sistemas_parlamentario
.htm
Actividades:
1.-Realice una breve investigación respecto a los principales cambios entre el
IFE y el INE, plasmando sus reflexiones en un cuadro comparativo.
2.-Reflexione respecto a su participación personal para consolidar un régimen
democrático y plásmelo en un ensayo.