Aunque se ha escrito mucho respecto a este concepto, analizándolo desde diversas disciplinas del conocimiento, teorías, enfoques y autores, durante muchos años se ha aceptado generalizadamente que se refiere a la forma en que se ejerce autoridad en un territorio determinado, a la vez que esa autoridad máxima se encuentra depositada en la voluntad popular, es decir, en el pueblo.
En la mayoría de Estados modernos se viven regímenes democráticos, no obstante, el ejercicio de la soberanía popular no se lleva a cabo de manera directa por la población, sino que generalmente se recurre a la figura de la democracia representativa, la que permite que el pueblo delegue en algunas personas, a las que se denomina sus representantes, la manifestación y el ejercicio de la voluntad popular.
Norberto Bobbio (2002), al referirse a la soberanía, señala “sirve para indicar el poder de mando en última instancia en una sociedad política y, por consiguiente, para diferenciar a ésta de otras asociaciones humanas, en cuya organización no existe tal poder supremo, exclusivo y no derivado”. Al considerarse que un Estado no podría existir sin ser soberano, se infiere que el poder supremo o la soberanía es algo que distingue a un Estado.
Este concepto puede considerarse como el clásico de la soberanía y que es resultado de su evolución histórica, gracias a aportaciones de distintos pensadores, entre los que destacan Jean Bodin, Johannes Althusius, Thomas Hobbes o Jean-Jacques Rousseau (Becerra, Povedano & Téllez: 2010).
A partir del concepto clásico, se menciona que entre algunas de las características de la Soberanía se encuentran que es absoluta, perpetua, indivisible, inalienable e imprescriptible. Se dice que es absoluta porque se refiere a un poder originario que no depende de otros, que es perpetua porque no depende de periodos para su ejercicio -como sí dependen las personas que ocupan cargos públicos-, es indivisible porque se trata de un poder supremo y único, es imprescriptible porque no pierde vigencia y es inalienable porque no se puede enajenar.
Según Becerra, Povedano y Téllez (2020), es importante señalar que este concepto clásico o tradicional de soberanía ha sido cuestionado a la luz de algunos fenómenos políticos que rebasan las fronteras de cada Estado-nación, lo que ha motivado que se generen tres posturas o corrientes que estudian estos acontecimientos:
Hay quienes afirman que la idea o concepto de soberanía en realidad no ha cambiado hasta la actualidad, ya que los Estados siguen ostentando el poder soberano, es decir, no existe ningún poder por encima del que tiene el Estado. Una segunda postura al respecto establece que el concepto de soberanía ya no existe en la actualidad, que no se puede hablar de soberanía si estamos frente a la unión de Estados soberanos que aceptan ceder esa soberanía en pro de la Unión; como claro ejemplo de esto se menciona la Unión Europea, aludiendo que ya no hay una soberanía clásica de los Estados que la componen, pues han sometido su libertad e independencia en áreas como la económica. Incluso se habla de entes supraestatales. Por ejemplo, con la idea de la creación de una Constitución
europea, se rompe con el esquema clásico de que la nación es la que detenta la soberanía.
Quienes defienden la soberanía clásica señalan —en el mismo ejemplo de la Unión Europea—, al Reino Unido, ya que este Estado sigue haciendo uso de ella para ser parte de la Unión Europea, pero conserva su soberanía económica y monetaria frente a esa unión de Estados soberanos. La tercera postura que observamos es de quienes opinan que el concepto de
soberanía ha evolucionado. Existen fenómenos frente a los cuales no puede hablarse del concepto clásico, como en los derechos humanos, el medio ambiente, los recursos transfronterizos, el comercio internacional o los crímenes internacionales, todos ellos temas que cuestionan claramente el concepto, porque escapan de la esfera de competencia de un solo Estado y su soberanía.
Después de este recorrido por la historia o evolución del concepto y las teorías o posturas actuales respecto a él, puede decirse, siguiendo a Becerra, Povedano y Téllez (2010), que la soberanía es el poder que tiene el Estado para autodeterminarse en sus asuntos internos y para defender su independencia e igualdad ante otros Estados igualmente soberanos. Como se observa, ese poder entiende en dos sentidos: uno interno y otro internacional.
No obstante, la soberanía sigue evolucionando y enfrentando nuevas realidades, ya que en la actualidad además de los organismos supranacionales o internacionales, también hay influencia de empresas denominadas transnacionales que tratan de incidir en decisiones importantes en los distintos Estados donde tienen presencia. Asimismo, las influencias culturales de unos Estados en otros, la globalización y la comunicación virtual han generado nuevas realidades que hacen necesario que el concepto de soberanía evolucione y se adapte a los nuevos tiempos, por lo que puede concluirse, que el concepto es vivo
y evolutivo, aunque sigue estando presente y es necesario para la existencia de un Estado.
Para cerrar este tema, es conveniente señalar lo que dice la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, respecto a la soberanía: “reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”. También indica que “el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de éstos, y por los de los Estados y la Ciudad de México, en lo que toca a sus regímenes interiores, en los términos respectivamente establecidos por la
Constitución Federal y las particulares de cada Estado y de la Ciudad de México”.
Arango, J. L. (2007). La soberanía: su razón y sus fundamentos hoy. Ratio Juris, vol. 2, núm. 5, pp. 27-35. Universidad Autónoma Latinoamericana. Medellín, Colombia
Becerra, M., Povedano, A. & Téllez, E. (2010). La soberanía en la era de la globalización en Becerra, M. & Müeller, K.T. (Coord.) Soberanía y juridificación en las relaciones internacionales. pp. 55-84. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Facultad de Estudios Superiores Acatlán. México
Bobbio, N. (2002). Diccionario de Política, 13a edición, Ed. Siglo XXI, México
Kaiser, S.A. (2010). El ejercicio de la soberanía de los estados en Becerra, M. & Müeller, K.T. (Coord.) Soberanía y juridificación en las relaciones internacionales. pp. 85-105. Universidad Nacional Autónoma de México. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Facultad de Estudios Superiores Acatlán. México
Sistema de Información Legislativa de la Secretaría de Gobernación de México.
(s.f.). Soberanía. Recuperable en http://sil.gobernacion.gob.mx/Glosario/definicionpop.php?ID=229